Para las invitadas con más estilo, comenzamos con estos dos modelos, muy favorecedores tanto el azul como el verde. Suaves volantes y tejidos en gasa completan un look de cabaret acompañado de diademas y collares.

Esos tocados que tapan la frente limitan un poco nuestro peinado pero sin lugar a dudas, deja un estilo único y muy elegante, sobre todo si lo acompañamos con un vestido de este tipo.

En verano uno de los estampados que compite por ser el número uno es el de rayas. En este caso, el estilo marinero también llega a las bodas a modo de vestido corto y chaqueta a juego.

El rosa pastel acaricia un vestido corto de escote asimétrico y con un cinturón de raso en color blanco. Una vez más, el tocado también lleva los mismos tonos para un conjunto perfecto.

Ya no necesitaremos llevar ninguna chaqueta, puesto que esta capa de fino encaje deja al descubierto un elegante vestido con topos que, quizás, para las madrinas sea una buena opción.

No podíamos olvidarnos de los vestidos largos que protagonizan las bodas de noche y para ellas, nada mejor que un tono azul real o klein que siempre será muy favorecedor.